Libios vuelven a gozar de democracia y libertades eligiendo un nuevo parlamento que debe dar estabilidad
a un país salido de la tiranía y caducidad de Gadafi. Mientras tanto en Egipto
los militares y seguidores de Mubarak se niegan a reconocer que viven en democracia,
aunque no comulgamos con la forma de pensar del actual presidente de Egipto somos
partidarios de las libertades y democracia.